lunes, 9 de julio de 2012

475 años del Privilegio de Villa


475 Aniversario del Privilegio de Villa

En 1537, hace ahora 475 años, el rey Carlos I de España, emperador del Sacro Imperio Romano-Germano, junto a su olvidada madre la reina Doña Juana, concede a Vertavillo el título de Villa. Tal acontecimiento queda recogido en un excepcional documento escrito en vitela que, milagrosamente, el tiempo ha resguardado hasta nuestros días.


Vertavillo era hasta ese momento un simple “lugar” que dependía de la jurisdicción de Baltanás en las causas civiles y criminales excepto en aquellas cuya cuantía fuera menor a 120 maravedíes. Pero el Concejo de Vertavillo, por su cuenta, se emancipa de aquella tutoría en el año 1532, entablando un pleito que se ventilaba en la Real Chancillería de Valladolid. Teniendo como tenían los de Vertavillo todas las de perder, decidieron acudir directamente al Rey suplicando fueran eximidos de la jurisdicción de Baltanás, por encontrarse este pueblo alejado (dos leguas) y tener Vertavillo gran número de vecinos (150). Pero por si los argumentos no fueran suficientes, el Consejo de Vertavillo aporta la cantidad de 2000 ducados de oro, equivalente a 750.000 maravedíes, para ayudar a las grandes causas del reino (léase las luchas contra el turco y contra Lutero que tanta sangría de las arcas nacionales produjeron).

Debió ser la rica suma de dinero lo que convenció al emperador, que no dudó en dictar el privilegio por el que Vertavillo, a partir de entonces adquiere el título de Villa, otorgándole jurisdicción civil y criminal, alta y bajo, mero y mixto imperio. Al mismo tiempo se faculta a la población a tener “forca e picota, cepo, cárcel, cadena, cuchillo, azote y todas otras insignias de jurisdicción de villa”.

El documento, en el que figuran como pagadores el procurador y el regidor de Vertavillo, Martín Núñez y García de las Moras, fue firmado por el rey en Valladolid el 20 de abril de 1537. En virtud de este privilegio se construyo el Rollo renacentista que todavía hoy enseñorea el mirador del Postigo, a la salida del casco amurallado por la puerta meridional. El monumento es en principio una insignia de jurisdicción, emblema de la alcanzada categoría de villa, independientemente de que a su lado se construyeran picotas y cepos como instrumentos de castigo y escarnio público, y de que, avanzado el tiempo y por identificación de ambos elementos, también él mismo acabara usándose para infringir alguno de los castigos.

Destaca el rollo de Vertavillo por su majestuosidad, más de 8 m de altura, una escalinata octogonal que salva el ligero desnivel del terreno (razón por la que los peldaños varían de 6 a 9 en función de la cara), y con un fuste cuadrangular (5,85 m) rematado en un capitel con columnitas torneadas, placas, bolas, un remate troncocónico y cuatro gárgolas que figuran leones. En su cara septentrional se colocó el escudo imperial de Carlos I y en la meridional otro escudo.
F. Javier Abarquero Moras



 Fuente: G. Sánchez Doncel, 1950: “Estudio documentado de la Villa de Vertavillo”, PITTM, 2: 63-132

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